Libros del «Innombrado Detective» (el paciente del Doctor Sugrañes) en orden: ¿Cómo leer la serie de Eduardo Mendoza?

Libros del «Innombrado Detective» en orden:

1.- El misterio de la cripta embrujada

¡Busca otro!

2.- El laberinto de las aceitunas

¡Busca otro!

3.- La aventura del tocador de señoras

¡Busca otro!

4.- El enredo de la bolsa y la vida

¡Busca otro!

5.- El secreto de la modelo extraviada

¡Busca otro!

¿Quién es el innombrado detective o el paciente del Doctor Sugrañes?

Nuestro protagonista es el interno de un manicomio, más adelante peluquero, que a instancias de la policía se enfrenta al mundo criminal.

Se crió en una barraca de uralita y cartón en una barriada no postinera. Su padre fue un fabricante de lavativas, poco afectuoso e irritable que terminó abandonando la familia. Su madre, una mujer que ejercía un amor absoluto y posesivo, acabó sus días en la cárcel a causa de un escándalo. Se vio obligado a sobrevivir a costa de su hermana Cándida, que ejerce la prostitución pese a su talante huraño y su genio vivo y a que la naturaleza no la ha concedido encantos, ni talento, ni sentido común.

Su escuela fue la calle y su maestro las malas compañías. Sus pasos le condujeron al mundo del delito, donde no destacó por ser torpe, pusilánime y sin imaginación. Fue confidente de la policía. Terminó cumpliendo condena en un sanatorio mental, dirigido por el Dr. Sugrañes, del que le fue imposible salir pese a los numerosos recursos interpuestos.

No es joven ni guapo. Esmirriado, hocicudo, ceñudo, con cara de nabo. Sus facciones sólo llaman la atención de los primatólogos. Pese a haber tenido una educación deficiente, no tiene un pelo de tonto.

No conocemos su nombre, utiliza el apellido del doctor acompañado del nombre adecuado a las circunstancias: Ceferino Sugrañes en la primera ocasión, Arboreo Sugrañes para hablar con un jardinero, Fervoroso Sugrañes para dirigirse a un hombre piadoso, Rodrigo Sugrañes para presentarse como miembro de una agencia de publicidad… O Pilarín Cañete en la segunda novela.

El comisario Flores, hombre de agraciado físico, aliñado vestir, gesto viril y labia fácil es el responsable de meterle en casi todos los líos.

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