Libros de Gorgonio en orden: ¿Cómo leer la serie de Alejandro M. Gallo?

Libros de Gorgonio en orden

1.- Seis meses con el comisario Gorgonio

1.- Seis meses con el comisario Gorgonio
Para adentrarse en estas camisas de once varas que son el humor, Alejandro Gallo ha elegido a un personaje que va como anillo al dedo: el comisario Gorgonio, cómico a su pesar, una de esas personas que provoca la simpatía y la hilaridad allá por donde va, aun sin él quererlo ni pretenderlo. El inspector Ramalho da Costa -otra de las criaturas literarias de Gallo- describe a Gorgonio como un individuo grueso de cabello escaso y revuelto, cejas anchas, gabardina beige arrugada, traje gris con la raya del pantalón torcida y el nudo de la corbata ladeado, y el viejo policía que protagoniza este libro se describe a sí mismo como un dinosaurio que ya no comprende ni quiere comprender el mundo en el que vivimos. Por cierto, que perdió la pistola, y ni él mismo sabe cuántos años han pasado de aquello.

2.- Oración sangrienta en ValleKas

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2.- Oración sangrienta en ValleKas
Durante un encuentro mundial de la Teología de la Liberación, un sacerdote es asesinado en Vallecas. Como principal sospechoso, la policía detiene a un poeta argentino amigo del inspector Ramalho da Costa, que removerá la tierra y el cielo para demostrar su inocencia. Sus pesquisas le llevarán a intervenir entre facciones rivales dentro de la Iglesia católica, que pugnan por el poder ante la llegada del Papa Francisco. El enigma está servido: en un Madrid envuelto en una crisis de inseguridad ciudadana, un homicida que mata a escritores, un demente que secuestra y viola a menores y un justiciero que acaba con todo aquel que haya sido acusado de corrupción. El inspector Ramalho da Costa, alias el Trini, fue creado hace diez años por Alejandro M. Gallo. Sus novelas y relatos se consagraron con tal éxito de crítica y público que le llevaron incluso hasta la novela gráfica, con guiones del propio Gallo y dibujos de Julio Cangialosi y Vicente Cifuentes.

3.- La muerte abrió la leyenda

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3.- La muerte abrió la leyenda
Durante la primavera de 1972, el joven subinspector de Policía Gorgonio Llaneza se incorpora a su primer destino, la Brigada de Investigación Criminal de Castellón de la Plana, dominada por los agentes de la temida Brigada Político-Social. Su primer caso es un mero trámite, certificar el fallecimiento de un ingeniero chileno en un accidente de tráfico ocurrido en Sueca, a treinta kilómetros de Valencia. Pero cuando Gorgonio llega al lugar del siniestro todo se complica: en la guantera del vehículo accidentado descubre que la víctima posee una doble identidad. Es también Amado Granell, natural de la localidad castellonense de Burriana y héroe de Francia, que le nombró oficial de la Legión de Honor por haber liberado París de la ocupación nazi. A partir de ese momento la investigación policial intenta arrojar luz, luchando contra una oscura red de intereses que pretende encubrir un más que probable asesinato.

4.- Gorgonio, comisario emérito

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4.- Gorgonio, comisario emérito
Protagonista de dos novelas y de al menos otros diez casos relevantes de investigación criminal, el comisario Gorgonio Llaneza es el antihéroe por excelencia de la novela negra española. Adscrito al Departamento de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía en Madrid, mide 1,75, le sobra peso, tiene la cara redonda, ojos saltones, poco pelo que siempre lleva revuelto y no desaprovecha ocasión para quejarse y lanzar un taco. De vestir desaliñado, con la gabardina beige siempre hecha un guiñapo, traje gris con raya del pantalón torcida y el nudo de la corbata ladeado, no resulta extraño que su mujer le abandonase hace años por un vendedor de coches. Fumador empedernido, odia las armas, desprecia los procedimientos científicos y basa sus investigaciones en la observación y la inteligencia. Nadie diría al verlo que este madero malencarado, que solo aspira a jubilarse, es uno de los sabuesos más sagaces del cuerpo, un némesis del crimen respetado en medio mundo.

¿Quién es el comisario Gorgonio?

El Comisionado Gorgonio se desempeña como oficial en el Departamento de Homicidios de Madrid. Posee una estatura de 1,75 metros, una constitución robusta, rostro de forma redonda, ojos prominentes, y cabello escaso que habitualmente aparece desordenado. Se le puede identificar frecuentemente por su gabardina beige de aspecto arrugado, un traje gris cuyos pantalones muestran una línea lateral distorsionada, y una corbata cuyo nudo se presenta inclinado.

Completa su formación académica en la institución de los Salesianos, e inició su carrera policial en 1972, desempeñando funciones en Gijón durante algunos años. Se encuentra en la anticipación de su retiro anticipado al cumplir los 60 años.

Vive la ausencia de su esposa, quien lo abandonó por un comerciante de automóviles hace varios años, y es padre de dos hijos: uno de 30 años y una hija de 18 años que muestra interés en establecer una relación con él.

Su afición incluye el hábito de fumar cigarrillos, ser seguidor del equipo Sporting de Gijón, y participar en juegos de ajedrez en el Hogar del Pensionista.

Gorgonio prioriza en su metodología de investigación el establecer primero el cómo de los hechos, secundariamente el quién, considerando de menor importancia el porqué. A pesar de ser considerado un personaje con métodos poco convencionales y a menudo al margen de la corrección política, ha logrado resolver todos los casos asignados a lo largo de su carrera. No ha visto un avance significativo en su trayectoria profesional debido a preferencias hacia aquellos más inclinados a alinearse con la corriente dominante y el partido en el poder.

Su superior directo es el jefe López, de estatura notablemente baja, quien tiene por costumbre recibir a sus subordinados mientras permanece sentado, probablemente para minimizar la percepción de su estatura.

Entre sus colaboradores más cercanos se encuentra el Inspector Matías, caracterizado por su obediencia, naturaleza reservada, y notable presencia física, aunque limitada capacidad intelectual. La Inspectora María Encarnación del Río, conocida como La Mari y especializada en perfiles, es otra colega destacada con quien Gorgonio tuvo un vínculo sentimental en el pasado.

El equipo se completa con Pedro del Pote, miembro de la policía científica, quien se autodenomina el Grissom español y es referido por Gorgonio como Pepote.

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